"No pretendas que las cosas ocurran como tu quieres. Desea, más bien, que se produzcan tal como se producen, y serás feliz". Epicteto de Frigia
Esta frase tengo años leyéndola, los estoicos son mis filósofos favoritos, dicen que son duros y que vivieron un eterno presente como parte de su cotidianidad, para ellos es un orden natural la adversidad, el mundo si era contrario y caótico era por que seguía un orden cósmico, un orden completo e incomprensible.
Otra de sus preceptos que los caracterizo era el hacer solo lo que depende de nosotros mismos, menuda cosa esta de abstenerse y de vivir indiferente hacia las cosas que no dependen de uno.
"Si no tienes ganas de ser frustrado jamás en tus deseos, no desees sino aquello que depende de ti". Epicteto de Frigia
Yo ahora me pregunto como muchas anteriores veces, si lo que no depende de nosotros nos afecta, nos causa dolor, hiere de manera profunda en el corazón ¿cómo puedo yo estar indiferente ante tal acto?
La vida me ha dado respuestas, esas respuestas tienen que ver conmigo, con el tomar conciencia que lo que hago, digo o dejo de hacer afecta a los que me rodean, por desgracia no lo puedo ver de otra manera.
En alguna época lo hice, me enfoque en lo que el mundo me afectaba e intente cambiarlo dándome de topes en la pared, llegando a tal punto en donde se me somatizaron los dolores del corazón haciéndome llegar hasta el quirófano y a la cirugía, ha sido un aprendizaje duro que me ha acompañado desde hace más de 10 años pero sin embargo nunca he estado solo, he sentido mucha soledad pero siempre manos físicas e invisibles me han tomado y no han dejado que sucumba.
"¿Quieres dejar de pertenecer al número de los esclavos? Rompe tus cadenas y desecha de ti todo temor y todo despecho". Epicteto de Frigia
Desde ayer me puse a leer a los Estoicos, siempre lo hago en momentos difíciles, cuando no veo salida, cuando el viento cesa de soplar en medio de altamar, me cuesta ahora deshacer ese temor y el despecho, el rencor y la impotencia, pero lo curioso es que esto mismo que me cuesta romper es la cadena que me impide seguir adelante, no miento peco de rencoroso, me cuesta perdonar y aveces más perdonarme a mi mismo pero se que en esto que me aqueja hice lo que en mis manos estaba, no se las razones pero he aprendido que el quererlas saber duele más que lo que podría hacer nuestro peor enemigo.
Por más que he leído a los Estoicos me cuesta no ilusionarme en las cosas conjuntas, soñar en aventuras compartidas y en que con voluntad mutua se pueden compartir cosas y vivir experiencias, los Estoicos son mis maestros desde hace tiempo pero no voy nunca a dejar de soñar en proezas mutuas, los amo pero soy rebelde, me han enseñado mucho pero tengo mi propio camino, eso no quiere decir que los deja a un lado, ellos me enseñan y espero no lo dejen de hacer.
Esta frase tengo años leyéndola, los estoicos son mis filósofos favoritos, dicen que son duros y que vivieron un eterno presente como parte de su cotidianidad, para ellos es un orden natural la adversidad, el mundo si era contrario y caótico era por que seguía un orden cósmico, un orden completo e incomprensible.
Otra de sus preceptos que los caracterizo era el hacer solo lo que depende de nosotros mismos, menuda cosa esta de abstenerse y de vivir indiferente hacia las cosas que no dependen de uno.
"Si no tienes ganas de ser frustrado jamás en tus deseos, no desees sino aquello que depende de ti". Epicteto de Frigia
Yo ahora me pregunto como muchas anteriores veces, si lo que no depende de nosotros nos afecta, nos causa dolor, hiere de manera profunda en el corazón ¿cómo puedo yo estar indiferente ante tal acto?
La vida me ha dado respuestas, esas respuestas tienen que ver conmigo, con el tomar conciencia que lo que hago, digo o dejo de hacer afecta a los que me rodean, por desgracia no lo puedo ver de otra manera.
En alguna época lo hice, me enfoque en lo que el mundo me afectaba e intente cambiarlo dándome de topes en la pared, llegando a tal punto en donde se me somatizaron los dolores del corazón haciéndome llegar hasta el quirófano y a la cirugía, ha sido un aprendizaje duro que me ha acompañado desde hace más de 10 años pero sin embargo nunca he estado solo, he sentido mucha soledad pero siempre manos físicas e invisibles me han tomado y no han dejado que sucumba.
"¿Quieres dejar de pertenecer al número de los esclavos? Rompe tus cadenas y desecha de ti todo temor y todo despecho". Epicteto de Frigia
Desde ayer me puse a leer a los Estoicos, siempre lo hago en momentos difíciles, cuando no veo salida, cuando el viento cesa de soplar en medio de altamar, me cuesta ahora deshacer ese temor y el despecho, el rencor y la impotencia, pero lo curioso es que esto mismo que me cuesta romper es la cadena que me impide seguir adelante, no miento peco de rencoroso, me cuesta perdonar y aveces más perdonarme a mi mismo pero se que en esto que me aqueja hice lo que en mis manos estaba, no se las razones pero he aprendido que el quererlas saber duele más que lo que podría hacer nuestro peor enemigo.
Por más que he leído a los Estoicos me cuesta no ilusionarme en las cosas conjuntas, soñar en aventuras compartidas y en que con voluntad mutua se pueden compartir cosas y vivir experiencias, los Estoicos son mis maestros desde hace tiempo pero no voy nunca a dejar de soñar en proezas mutuas, los amo pero soy rebelde, me han enseñado mucho pero tengo mi propio camino, eso no quiere decir que los deja a un lado, ellos me enseñan y espero no lo dejen de hacer.
Hay momentos donde he dudado de la justicia de lo que pasa en mi vida, lo único que he descubierto es que las respuestas no están en el presente, pero si lo están en nuestra actitud ante lo que vivimos en este instante, ante eso que si depende de mi en este momento, las manos invisibles que nos cuidan permanecen, las decisiones de los otros nos afectan, pero solo las propias decisiones y acciones determinaran lo que esta en mis manos, eso marcará mi propio camino, mi propia experiencia; es verdad que no estamos solos en este mundo, pero es imposible controlarlo todo, solo lo que de mi depende.
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